Responsabilidades
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Recuerdo unas palabras de Schopenhauer sobre la capacidad del viajero. Decía algo más o menos así: no es facultad del lugar visitado lograr tal o cual impacto en el visitante; es responsabilidad de éste identificar los valores estéticos o históricos del lugar para luego terminar siendo impactado por el sitio visitado. La responsabilidad recaía, pues, en el viajero, no en lugar. Siempre traigo a mi recuerdo la respuesta de un amigo cercano cuando le pregunté qué le había parecido París ahora que ya lo conocía. Su respuesta me dejó frío: pues no sé, no encontramos nada interesante ahí.
Llevando esto más allá (esto de las responsabilidades del receptor, pues) el lector, el cinéfilo, el espectador, tienen cierta responsabilidad (que debe ser cultivada) frente a la obra. No es raro encontrarnos con cierta frecuencia la gran admiración que algunas personas tienen de ciertas obras cinematográficas (tomemos al cine como el arte más popular de las últimas décadas), películas que son una verdadera plaga de errores de todo tipo. La verdad no entendemos el porqué de tal popularidad, aunque pronto nos damos cuenta de que nuestros amigos sólo apreciaron una parte de la película (ya la fotografía, ya la historia). Y aquí es cuando reconocemos la importancia, nuevamente, de la educación en estos terrenos del arte y la contemplación. Es necesario, pues, que tanto escuelas de todo tipo y en todos los niveles y los artistas de todas las disciplinas, nos demos la oportunidad de educar a nuestros chicos en una contemplación más efectiva, crítica y permanente.
Educar sería, pues, preparar al joven para desarrollar en él la facultad de percibir ese mundo que le rodea. No sólo dejarse impactar por los sentidos básicos (el tacto, el olfato, el gusto) sino poner en juego la capacidad de escuchar y ver para adentrarse en la comprensión de ese lugar en el que estamos. Así, no importa si estás en París o en El Fresnito, tú solo le sacarás provecho a ese lugar donde te encuentras y sentirás satisfacción por haber conocido un espacio único, gracias a tu apreciación personal.
